Se esconden las palabras cuando te miro,
alta,
perenne,
con tu traje insignificante
y tu escote que recolecta miradas
de vivos y de muertos.
Se alejan los minutos
mientras vas de un lugar a otro,
de una voz
a otra voz
y de una moneda
a la otra.
Cuando al fin me saludas
con un frío beso
beso muerto.
Por unos míseros segundos
desaparecen los edificios,
los trenes,
los rostros,
en cada ángulo
en cada arenal.
Cuando niño se subía al cerezo plantado por su abuelo. Le gustaba sentir el viento en su rostro, ser mecido de un lado a otro y ver por encima de los techos la cordillera. Ahora sólo añora el momento de subir a otro árbol antes que los gusanos lo estremezcan.
miércoles, septiembre 17, 2008
lunes, abril 21, 2008
GIROS
Hay días que atraviesan los ojos
y se sumergen en las entrañas
poco a poco
a través de la estampa del reloj.
Hay días de cunetas y cansancio,
por calles sin nombre,
de miradas oscuras,
por esquinas de emporios
que simplemente esperan esperando,
el gran giro…
y se sumergen en las entrañas
poco a poco
a través de la estampa del reloj.
Hay días de cunetas y cansancio,
por calles sin nombre,
de miradas oscuras,
por esquinas de emporios
que simplemente esperan esperando,
el gran giro…
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