Cuando niño se subía al cerezo plantado por su abuelo. Le gustaba sentir el viento en su rostro, ser mecido de un lado a otro y ver por encima de los techos la cordillera. Ahora sólo añora el momento de subir a otro árbol antes que los gusanos lo estremezcan.
miércoles, septiembre 20, 2006
La Cofradía
Acá estoy con Edmundo Herrera... Poeta, amigo, compartiendo con la cofradía.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
don tintolio y don tinto despues del pernil????? saludos
1 comentario:
don tintolio y don tinto despues del pernil?????
saludos
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