lunes, diciembre 11, 2006

Soborno a la Muerte

Moribundo tras la vidabundante lengua,
que sin un no sé,
va desesperanzándome antes de morir
sobre las ululantes y blanquecinas cunetas.
Esto no es un derroche de palabras en los lustrines del lenguaje,
es sólo un morir ondulante
hasta que los relentes salgan al encuentro
mezclándose con los látigos de las uñas.
Sin querer exagerar,
también es sólo tratar de huir
de los acordes peinados de la vida
antes que la muerte me alcance por detrás de las rodillas
y que susurrante muerda la clavícula,
se monte sobre mi ombligo,
preñándome,
sin que yo lo quiera,
con estos desdichados símbolos
que luego se diluirán en las sombras de los ojos.

3 comentarios:

Clau dijo...

vidabundante, ondulante, ululante, alcance, lenguaje... encuentro..
en an...an... en
este poema suena como una esa olla que hay en mi cocina, a punto de hervir, cuando la tapa se mueve porque las burbujitas la empujan...

Los acordes peinados de la vida son un extraño invento... a la hora de la verdad todo siempre se despeina

tengo que buscar en el diccionario qué es ululante... después vuelvo

Unknown dijo...

De la RAE se tiene que:
ulular.
(Del lat. ululāre).
1. intr. Dar gritos o alaridos.
2. intr. Dicho del viento: Producir sonido.


Saludos... jijiji

Anónimo dijo...

Creo que por respeto al autor, toda sugerencia de corrección o revisión al poema, debe hacerse en privado. No digo que no se haga un comentario, pero los trapos sucios se lavan en casa, porque según entiendo este lugar no es extensión de un taller literario.
Un poco de ética no le hace mal a nadie.