Cuando niño se subía al cerezo plantado por su abuelo. Le gustaba sentir el viento en su rostro, ser mecido de un lado a otro y ver por encima de los techos la cordillera. Ahora sólo añora el momento de subir a otro árbol antes que los gusanos lo estremezcan.
jueves, diciembre 14, 2006
Oración a María
AveMaría,
Postrada, derramada sobre el altar
mostrando tu corazón desnudo a los ojos hambrientos.
María, llena de gracia
atrápame en tus contornos santos y divinos
palpándonos en la humedad de la santificación.
Bendita eres,
bendita eres al moverte sinuosamente
afirmada de la testera luminosa
mientras con un rayo enciendes las pasiones.
Virgen santa,
con tus movimientos cadenciosos me limpias de culpas
mientras estoy apoyado en tu encrespado regazo.
Santa María,
Nunca te niegas a que beba de tu cuerpo en sacrificio,
arrebatándome
Socavándome en el disfrute de mis culpa
hasta agotar los gemidos
de este infierno sabatista,
ahora y en la hora de mi muerte.
Que así sea.
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